Efectos del pH desajustado en las piscinas
Poder combatir las altas temperaturas de verano en la piscina hace que éstas sean más llevaderas, además de garantizar la diversión si hay niños pequeños cerca. Pero es necesario mantener el agua y el vaso en las condiciones óptimas, para lo que se requiere la limpieza regular del fondo y de la superficie, de los filtros y el control del cloro y del pH. Y esto último es muy importante.
¿Qué ocurre si el pH está desajustado?
pH alto
Se considera que el pH está alto cuando es superior a 7,8. Si está sobre los límites de forma prolongada las consecuencias pueden ser desastrosas para la piscina, puesto que el cloro no podrá hacer bien sus funciones de desinfección y se alarga la vida de las bacterias en las aguas.
Lógicamente eso tiene sus efectos en la salud, pero en el vaso puede destruir paredes y suelos, al corroer el yeso y el cemento debido a la acidez del agua. Como consecuencia, estás resultarán demasiado ásperas, desagradables para un baño satisfactorio.
pH bajo
Al igual que el alto, también hay que evitar a toda costa que el pH sea bajo, porque igualmente los desinfectantes no podrán hacer su trabajo con efectividad. Lo que corroe el agua con pH bajo, en este caso, son los enseres de metal, como las escaleras metálicas, siendo posible incluso que el agua se tiña por el efecto de los sulfatos que el metal suelta.
En la salud también tendrá efectos negativos como irritación en la piel y en los ojos, llegando a provocar incluso erupciones en casos de especial sensibilidad.
Lo recomendable es que el pH no baje de 7, por lo que habría que mantenerlo entre 7 y 7,8, siendo lo más recomendable 7,2. Es necesario proveerse de un buen kit de análisis de cloro y pH y realizar test diario para prevenir.
Limpirsa
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