Cómo limpiar un radiador
Llevar a cabo una buena limpieza es fundamental para el buen funcionamiento de los electrodomésticos. A esto habrá de sumarse el mantenimiento técnico adecuado, dependiendo de sus dimensiones y de su uso.
La importancia de limpiar un radiador adecuadamente
La importancia de limpiar correctamente un radiador o cualquier otro electrodoméstico tiene que ver con el buen funcionamiento del mismo. La suciedad tiende a obstruir, haciendo que se vean mermadas las funciones del aparato. Si la respuesta ante esta falta de eficacia es programarlo a una potencia superior, el problema será el mayor gasto energético y lo que se derive de la sobreexplotación continuada, como el que el aparato se estropee.
La otra mala consecuencia de no limpiar con asiduidad es la falta de higiene y sus efectos en la salud. Ácaros y microorganismos se alojarán allá donde no se limpia, lo que notarán especialmente quienes sufran de alergias.
Cómo limpiar un radiador
Limpiar un radiador es sumamente sencillo, por lo que la tarea se puede incorporar sin problemas a la rutina de limpieza en casa, ya estemos en invierno (cuando puede ser frecuente su uso) o en verano.
- Pasar las aspiradora. La aspiradora ayudará eficazmente a aspirar el polvo sobre el radiador, pero se habrá de utilizar un cabezal adecuado al respecto, para que se introduzca bien en los recovecos.
- Pasar un plumero. Pasando un plumero o una mopa lograremos retirar manualmente las motas de polvo que hayan quedado en el radiador, asegurando aún más que está limpio.
- Pasar un trapo. Éste deberá estar humedecido con agua tibia y contener algo de jabón líquido. Se ha de pasar por el exterior del radiador que, una vez concluida la tarea, tendrá que ser secado rápidamente para evitar que aparezca el óxido.
Por supuesto, no olvides pasar la aspiradora también por el suelo bajo el radiador para recoger las sustancias que hayan podido caer.
Limpirsa
Cómo limpiar un radiador